Yo si creo en las segundas partes – COVID-19

 

Hay un refrán que dice “las segundas partes nunca fueron buenas”, pues será por llevar la contraria, pero yo sí creo en las segundas, terceras, cuartas… partes. Si hay dos personas que después de un fracaso, una ruptura o un distanciamiento siguen queriendo estar juntas, ahí hay algo, debe haber algo. Llámame romántica.

Este confinamiento, ha dado para mucho. Historias tristes de rupturas e historias con un final feliz. Hoy quiero hablar de las historias felices: la distancia, la soledad, la angustia, la incertidumbre y la nostalgia, ha sacudido a muchos corazones. -¿Qué será de él?, ¿cómo estará ella?, ¿estará bien?, Dios que no le pase nada, me gustaría poder verla, y si esto termina mal, quiero que sepa lo que significa para mi, quiero pedirle perdón… y así un sin fin de sentimientos.

Pues bien, es tan fácil como una llamada, un mensaje, un whatsapp, para un -Hola ¿cómo estás, estaba preocupado?, ¿necesitas algo? Y…por arte de magia, se abrió la puerta. Así de fácil.

El primer paso esta dado ¿y ahora?. No podemos dejar que la pasión del reencuentro nos nuble la razón, hay mucho trabajo por hacer, si realmente quieres que esto funcione. ¿Tú sigues siendo el mismo? ¿Ella sigue siendo la misma? Depende de muchos factores: el tiempo transcurrido, las experiencias vividas con otras personas, la edad…

En cualquiera de los casos hay que tener esto presente:

¿Qué fallo?, ¿por qué se termino?, estas son preguntas importantes, hay que hablar mucho y colocar las cosas en su sitio. No tengáis miedo, los dos queréis arreglarlo sino no estaríais ahí. Importante también ¿por-para qué quiero volver?

No se puede volver a empezar una historia sin recolocar bien los sentimiento, no empecéis con rencores, dudas, reproches eso no lleva a buen puerto. Se que la mayoría de los hombres no son propensos ha hablar del pasado, y la mayoría de nosotras le damos mil vueltas a todo. Por eso no te dejes nada en el tintero, cuanto más “limpios” empecéis más oportunidad tendréis para que funcione, vale la pena.

Hablar de lo que duele, de lo que necesitáis, de las cosas pendientes (si no recolocais esto tarde o temprano volverá a salir), de como podéis hacer las cosas de otra manera. Recuerda, si repites tus actos el resultado será el mismo. Y no hace falta que te diga cuanto te dolió, y lo mucho que sufriste, ahora tienes esa oportunidad que pediste mil veces en tus oraciones, aprovéchala. Perdonar, archivar, reconducir, recolocar y si toca pedir perdón.

Si te sientes identificad@ y aun no has dado el paso, atrévete…créeme vale la pena. Y sí ya lo has dado te deseo lo mejor.

Montse Herrera

By | 2020-05-24T11:07:19+00:00 mayo 17, 2020|Blog|0 Comments

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