¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– Tengo 31 años, una carrera, marido, dos hijos, trabajo, una bonita casa ¿y ahora qué más me queda?
– ¿A qué te refieres?
– Ya lo tengo todo ¿no?
– ¿Todo?
– Sí, no creí que lo conseguiría todo tan pronto ¿ahora qué queda, seguir así hasta envejecer y morir?
– Solo tienes 31 años, habrá algo más que quieras hacer ¿no?
– No.
– Exactamente ¿para qué has venido a verme?
– Quiero saber si hay algo más.
– ¿Quieres saber si hay algo más?
– Sí, por qué si no hay nada más ¿para qué seguir?
– ¿A qué te refieres?
– Montse, esto no lo aguanto más, me voy a volver loca, ¿tanto esfuerzo para qué? ¿ya no se qué tengo qué hacer?
– … -silencio-
– Me ha costado mucho conseguir lo que tengo, mis padres me decían constantemente que estudiara y que me esforzara para por ser la mejor y así poder conseguir un buen trabajo. Pues bien, eso hice y ya tengo los estudios y un buen trabajo.
– …  -silencio-
– Desde pequeña me han dicho que lo más importante era conocer a un buen chico para poder casarme y tener familia. Pues bien, lo encontré me case y tuve dos hijos con él.
– … -silencio-
– De pequeña me decían que lo más importante era tener mi propia casa. Pues bien, ya tengo una magnifica casa.
– … -silencio-
– Y ahora ¡¿qué?!
– ¿Será momento de disfrutarlo?
– ¿Disfrutarlo?
– Sí ¿no te dijeron también tus padres que todo ese esfuerzo, para tener unos estudios, para poder tener un buen trabajo, el escoger un buen marido, el tener unos hijos y una hermosa casa… que todo eso al final era para que pudieras disfrutarlo?
– No, la verdad, nadie me dijo nada de eso.
– Y ¿qué te parece?
– Que ya tengo una respuesta.
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.
 
			
					 
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