Tal y como prometí aquí esta el post de San Valentín de la mano de Ana Lezcano editora de Agente-K.com
Espero que os guste:-)
¿Cómo te has quedado después de San Valentín? ¿Has sobrevivido ;-)? Al abrir los ojos esta mañana… ¿sigues viendo a tu pareja con la amable mirada del Amor? ¿Aún tienes el buen y dulce sabor de tanto exceso amoroso? O por el contrario estás feliz de haber superado un día en el que has cumplido con el ritual de regalar flores y bombones y gritas “¡Aleluya! ¡Bye Bye Valentine! ¡Hasta dentro de un año!”… ¿Crees que es posible reenamorarse?
Seguro que hay respuestas para todo, no existe una fórmula mágica, y cada pareja -al igual que el individuo- es única y tiene sus peculiaridades y circunstancias. Pero seamos de los que necesitemos mostrar o demostrar nuestro amor hacia el otro, o de los que dejamos pasar el día de los enamorados como uno más, nos preguntamos si más allá de una situación idílica, simbolizada con el día del amor por excelencia, San Valentín, podemos adoptar ciertas pautas o tips para prolongar y hacer perdurar el Amor.
Para poner un poco de orden en todo lo que nos pasa por la cabeza cuando pensamos en si “sobrevivir a San Valentín es posible“, pedimos consejo a Montse Herrera, coach Terapéutico para la mujer y la pareja.
Porque Montse, quienes expresan más, ¿aman más? ¿Lo que no se dice, no se expresa? ¿No existe, no es real?
“La respuesta fácil y rápida es NO. Hay que tener en cuenta que hay personas que no son expresivas o que les cuesta más comunicar sus sentimientos que a otras, y eso no tiene nada que ver con amar o no. De la misma forma que no garantiza que te amen por muy expresivos que sean.
No por más decir te quiero, significa realmente eso, que te quieren. Hay personas que tienen mucha (demasiada a mi parecer) facilidad para decir te quiero o te amo, y otras que no las pronuncian hasta que no están muy, muy, seguras de lo que sienten. Entonces ¿quién quiere más? Siempre dependerá del valor que se le den a esas palabras.
Tanto para el que las dice como para el que las recibe. Para responderte de forma más profunda necesitaría antes formular otra pregunta ¿Qué es para ti amar o ser amado?”
Considerando San Valentín como el día en el que todo lo que enaltece el amor se hace más visible; bajamos el ritmo diario, dejando a un lado las prisas, y nos centramos por unas horas en el otro, en los 2, disfrutando cada instante y sintiéndonos, dedicándonos un tiempo real que teníamos olvidado. ¿Sería posible prolongar ese día y las sensaciones de unión que con el otro nos transmite?
“No sólo debería ser posible, sino que debería ser así. Si pensamos que sólo con un día al año cumplimos, ¡¡¡esto va muy mal!!! De la misma manera que necesitamos comer, beber y respirar cada día, necesitamos cuidar y mimar las relaciones.
Las relaciones de pareja al igual que las de amistad se deben cuidar, trabajar, mimar, amar, respetar… y para eso hay que dedicar tiempo y energía con una dosis de paciencia y diversión, sabiendo que en ocasiones vamos a tener que ceder (ya se sabe, un día te toca a tí y otro a mí). Todo eso regado con ilusión y muchas, muchas ganas. Y esto todos los días, 360 para ser más exactos no sólo el 14 de febrero.”
El día de los enamorados es sólo un día simbólico, si queremos hacer algo especial ¡perfecto!, pero las relaciones requieren de nuestra dedicación y trabajo diario.
¿Cómo lo podemos hacer posible? ¿Hay tips o pautas que si no las seguimos, estaría bien adquirirlas? ¿Cuáles? ¿Respeto, comunicación, compartir….?
“Básico, la comunicación va ligada con el respeto, y cuando digo comunicación me refiero a eso, a comunicarse. Tú hablas y yo te escucho, y luego hablo yo y tú me escuchas a mí. Es decir, utilizar la escucha activa, lo que significa que hay que dejar de centrarse en lo que uno quiere, siente y piensa para centrarse en el otro, y así reconocer sus necesidades; lo que quiere, siente y piensa. Esto debe producirse de forma recíproca, nunca en una dirección.
Elegir el momento indicado, la forma correcta y el cómo se dicen las cosas también es importante. Sé que al principio puede parecer muy engorroso pero como todo, es cuestión de ganas y práctica.
Puede parecer muy serio y no tiene por que ser así, la diversión y el juego es muy importante en la pareja, aprender a jugar en la relación es fundamental. Se utiliza en muchos casos, como por ejemplo para recuperar la pasión, para aprender los condicionamientos, para prevenir problemas, para corregir conductas y muchas cosas más.”
¿Nos Recomendarías algún ejercicio individual o/y en pareja para establecer estos tips, ponerlos en marcha o reactivarlos?
“Esto es válido tanto para una relación reciente como para una que no lo es tanto. Pregúntale a tu pareja cómo se siente, qué necesita, qué le gusta. No des nada por hecho y luego exprésale tú cómo te sientes, qué necesitas, qué te gusta. Estas preguntas pueden ser muy genéricas o menos, centradas en la relación por ejemplo.
Como ejercicio a mi me gusta mucho uno que consiste en mirarse a los ojos durante unos minutos; siéntate delante de tu pareja y mírale a los ojos, no hables, sólo mira, observa en silencio y si entra la risa pues eso ¡a reír!
Otro ejercicio está relacionado con lo mencionado anteriormente sobre la escucha activa. Cuando has terminado de hablar pídele a tu pareja que te explique con sus palabras qué acabas de decir. Si coincide con tu mensaje, perfecto, si no es así, deberás volver a explicárselo. Pero antes toma nota de algo muy importante, no se trata de elevar la voz, no se trata de que te pongas nervioso/a, jamas digas ‘no me entiendes’, ‘no me escuchas’, ‘no me haces caso’… sino ‘no me he explicado bien’. Y ahora encuentra otras palabras para poder explicar lo mismo para que el mensaje llegue como tu quieres. Gracias a esto las parejas han vuelto a entenderse y se evitan muchos conflictos.”
No creamos que la felicidad nos la va a dar el otro, ¿podemos ser más felices juntos? Sí, pero si tú no te quieres, no te va a hacer feliz ¡nadie!
Una pareja son 2, dos individuos con sus carencias y virtudes, dos personas que se unen pero que al mismo tiempo deben continuar su camino individual emocional y profesionalmente. ¿Cómo se concilia? ¿Cómo enfrentarse al reto del desarrollo personal y no perder nuestra propia identidad y metas al unirnos a otro, al formar pareja?
“Estoy de acuerdo contigo pero añadiría algo que para mí es de vital importancia. Además de todo lo dicho son dos individuos que vienen respectivamente de sus familias, es decir, cada uno tiene y viene de una estructura familiar distinta con creencias, valores y formas de ver la vida diferentes. Si a eso le sumas las propias mochilas de sus vivencias personales hasta el momento, tenemos un bonito cuadro. Creo que es muy importante tener esto en cuenta, para poder contestar a tu pregunta.
Primero hay que conocerse bien a uno mismo y luego conocer al otro, entender que no tiene que ver, sentir y percibir la vida igual que yo, y que eso ni es bueno ni es malo (sólo distinto). Que eso no hace que uno tenga razón y el otro no (seguramente los dos la tienen), entendiendo que la vida se puede enfocar desde muy distintos ángulos. Y aquí vuelve a salir una vez más el respeto y la escucha.
Con esta base el desarrollo personal y de pareja, nuestra identidad y la de la pareja y todas las metas están salvaguardadas.”
¿Podríamos decir que el éxito de 2 es gracias a primero, el éxito individual?
“Sin duda alguna. En muchos casos en la consulta me encuentro con una persona que busca la felicidad y el reconocimiento en el otro, sino están perdidos… ¡Literalmente se sienten perdidos! Es decir si él/ella no me quiere yo no soy nada, me siento vací@ si no tengo pareja.
Esperar que el otro te haga feliz… ¡¡¡es terrible!!! Podéis ser más felices juntos pero jamás depender de otra persona para poder ser feliz. La relación de pareja siempre debe sumar.
Por eso el primer paso es aprender a aceptarse uno mismo, conocerse y saber cuáles son tus defectos, para poder minimizarlos y cuáles tus virtudes para potenciarlas.
Y con todo eso quererte y ser feliz. Y ahora sí, ya estás preparado para pasar de ser uno a ser dos.”
En la relación tiene que haber juego, con respeto evidentemente, y con mucha escucha, pero tiene que haber juego, se debe reir.
Y como apunte final, Montse nos habla de la importancia de reir, de reir juntos…
“La risa es muy importante, hay que jugar y puede ser muy divertido. Yo hago ejercicios a las parejas, a los matrimonios, con los que literalmente acaban “muriendo de risa”, restando así importancia a una situación que puede estar siendo incómoda para alguno de los dos.
Les digo que busquen y se hagan señas (tocarse la oreja, el pelo…), que digan una frase o una palabra entre ellos, y lo hagan cuando estén con el grupo familiar, con los amigos… Un lenguaje con el significado que ellos le den, que sólo ellos conocen y entienden, así en una situación tensa, las utilizaremos para alejar el mal rollo y conectar con el otro, una conexión que se produce a través de algo que ‘sólo tenemos tú y yo’, y que hace que riamos alejando la tensión… Ya tendremos tiempo de comentarlo pero será en otro contexto en el que ya hemos alejado la tensión, agresividad…”