Existen infinidad de dietas, con sus detractores y seguidores. Lo primero que hay que saber es que no todas sirven para lo mismo, ni todas sirven para todos por igual. Dependiendo de si se es una persona sana o no, unas estarán más indicadas y por lo tanto funcionaran mejor que otras.
La dieta debe ser, ante todo, una forma correcta de nutrir el cuerpo ofreciendo todas las vitaminas que se necesitan. No es lo mismo, una persona que está en su peso correcto pero debe evitar unos alimentos por causa de una u otra patología, que la que sufre sobrepeso y tiene que ajustar la dieta para alcanzar su peso óptimo, o por lo contrario la persona que necesita aumentarlo.
De la misma forma que un deportista requiere más unos nutrientes que otros para rendir al máximo, una embarazada también tendrá que cuidar su alimentación.
En el caso de una persona que padece una enfermedad, es el dietista quien debe indicar qué alimentos son o no correctos y compatibles con su estado y con los medicamentos que esté tomando, sean o no naturales. Para todos estos casos lo importante es saber qué dieta es la correcta y llevarla a cabo.
Hay que tener siempre en cuenta que antes de empezar cualquier tratamiento hay que consultar con un especialista para que nos indique cual es el más idóneo para nosotros.
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