-Montse se trata de mi hijo y su relación con su padre.
– Tú dirás.
– Mi marido… -se detiene y se queda pensativa-
– ¿Tu marido…?
– Cómo te lo diría, es muy trabajador y muy responsable y… – vuelve a quedarse en silencio y empiezan a humedecerse los ojos-
– ¿Y…?
– Bueno, no es tan cariñoso como lo puedo ser yo, pero no quiero decir que sea mala persona ni mucho menos solo que… ya se sabe los hombres son así.
– ¿Los hombres son así? A qué te refieres exactamente ¿Cómo son los hombres?
– Los que son como mi marido, pues muy rectos, muy echados a la antigua.
– De acuerdo ¿y esto que tiene que ver con tu hijo?
– No pude hacer nada por el mayor… -Rompe a llorar-
– ¿El mayor? Creía que solo teníais un hijo.
– El mayor… – habla de forma entrecortada – el mayor… – no puede parar de llorar- el mayor se…
– … -Silencio-
– El mayor se suicidó. –Dice al fin-
– Lo siento.
– Gracias, aun me queda un hijo por quien luchar, pero…
– ¿Pero…?
– No quiero que se repita. Él no se da cuenta, no digo que sea culpa suya, pero no lo ve, no se da cuenta y no sé qué hacer.
– ¿A quién te refieres?
– A mi marido.
– ¿A tu marido?
– Tuvo una educación muy estricta, y él quiere educar a sus… a su hijo de la misma manera. El mayor no pudo con tanta presión. Y yo no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde.
– … -Silencio-
– Mi marido quiere que sean como él, que estudien lo mismo que él, que sigan con la empresa familiar que ya era de su padre y también lo fue de su abuelo. Y no entiende que los chicos no quieren, que ellos quieren hacer su vida. – vuelve a romper a llorar-
– ¿Has hablado con tu marido sobre este tema?
– Lo he intentado pero no entra en razones, yo sé que se siente culpable de la muerte de… pero no quiere o no sabe hacer las cosas de otra manera.
– Y con tu hijo, ¿has hablado del tema?
– Mi hijo no quiere saber nada de su padre, es pelea diaria, por eso he venido.
– ¿En qué te puedo ayudar exactamente?
– Montse, ya he trabajado la perdida de mi hijo mayor, ya he hecho el duelo, pero me queda el pequeño, y no sé cómo hacer entrar en razón a mi marido ni cómo hacer para que mi hijo se tome las cosas de otra manera.
– Vale, pero vuelvo a reformularte la pregunta ¿qué es lo que quieres tú exactamente?
– Mmm… la verdad, me gustaría que se pudieran entender, que pudieran hablar y llegar a un buen entendimiento.
– Me parece lógico, pero la que está sentada en mi consulta eres tú. ¿Crees que ellos querrían venir a hablar?
– Puedo intentarlo
– Perfecto.
El otro día vi una película que me ha recordado a tu caso, a veces recomiendo ver una película o leer un libro para aclarar algún tema, no sé si te puede apetecer verla. Se trata de una historia basada en hechos reales. Como comenta el director, es una película que muestra la gama de grises, “no todo es blanco o negro”. Hay un momento de la película que el protagonista de le dice a su padre “Ahora ya soy como tú” esa es para mí la clave de la película. Te puede ser útil para manejar mejor la situación y si te parece luego la podéis ver juntos o comentarla, tú decides.