Enamorada de alguien que no sabe que existo

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

– ¿Cómo he podido estar enamorada durante 30 años de él, y no saber que yo existía?
– … -Silencio-
– Montse, no me digas que es normal ni que mire el lado positivo.
– ¿Qué es lo que se supone que yo creo que es normal?
– Llevar 30 años enamorada de un hombre que ni siquiera sabe que existo.
– Ah eso, vale pues sí, tienes razón, sí que me parece normal.
– ¡Lo ves, contigo es imposible! No sé, ni porque te lo explico.
– Buena pregunta, ¿Por qué me lo explicas?
– ¡Serasss!
– … -Silencio-
– ¿La verdad?
– Sí, o lo que más se le acerque.
– La verdad es que no lo tengo muy claro, me sentí tan mal, fue como si me partieran el corazón. No sé si eres capaz de entenderlo.
– Intenta explicármelo, desde el principio.
– Hace más o menos 30 años conocí al que ha sido siempre mi único amor, mi príncipe azul, mi media naranja. Solo que por lo visto él no se dio cuenta de que yo era su princesa.
– … -Silencio-
– Vale, vale, sigo -dice al verme la cara- tuvimos una historia que duro poco pero que fue muy intensa, en todos los sentidos. -Se queda callada mirando al horizonte-
– ¿Duro poco?
– Sí, por aquel entonces no se conformaba con una chica, ya sabes, podía tener la que quisiera, guapo, joven, con clase y con dinero. ¿Qué más se puede pedir? Y a mí, claro, no me gustaba compartir.
– Entiendo.
– A lo largo de los años nos hemos seguido viendo, él se casó, yo me case, él tuvo hijos yo tuve los míos…
– … -silencio-
– Él se separó y se volvió a casar, yo me separe… siempre hemos estado en contacto en la distancia pero en contacto, como buenos amigos…
– ¿Cómo buenos amigos?
– Bueno -se sonroja y baja la cara- al menos para él, yo siempre tuve la esperanza de que…
– ¿De qué…?
– De que se diera cuenta de lo mucho que lo quiero, que le quiero desde la primera vez que le vi, que…
– … -Silencio-
– Por eso cuando el otro día me dijo que… – traga saliva, como si no le gustase lo que estaba a punto de decir-
– … -Silencio-
– Me dijo que… bueno más bien me pregunto.
– ¿Qué te pregunto?
– ¡No te lo vas a creer! me pregunto qué porque nosotros no habíamos tenido nunca una relación seria. ¡¿Te lo puedes creer?!
– Ya veo.
– Me quería morir, lo quería matar, me quería fundir, desaparecer, salir corriendo, darle una bofetada, ponerme a llorar, gritar…
– ¿Y qué hiciste?
– Me quede ahí petrificada, sin saber que decir, no podía reaccionar, eran tantos sentimientos y tan contradictorios que no supe, hasta que…
– ¿Hasta qué?
– Él volvió a hablar. Me dijo: «Tengo ciertas cuestiones sin respuesta y me gustaría dejarlas zanjadas». Y volvió a preguntarme lo mismo “¿Por qué no hemos tenido una relación seria tu y yo?”
– ¿Y…?
– Le dije que era un hijo de…
– … -Silencio-
– Me reconoció que tenía razón, a partir de ahí me relaje y le dije que él no estaba por la labor de tener solo a una mujer y que a mí no me gusta compartir.
– Y ¿cómo te sentiste?
– La verdad, confusa. ¿Por qué a estas alturas me hace esta pregunta? No lo entiendo pero me duele, la verdad es que me duele, llevo 30 años enamorada de un hombre que no sabe que existo.
– Eso no es del todo cierto.
– ¿Ah no?
– No, no has dejado de tener contacto con el ¿verdad?
– Sí.
– Entonces sí que sabe que existes.
– Ya, pero no de la forma que yo quisiera.
– Entonces ¿por qué crees que a estas alturas te hace esta pregunta?
– No lo sé.
– ¿Seguro?
– No quiero…
– ¿Qué es lo que no quieres?
– Hacerme ilusiones.
– ¿Hacerte ilusiones?
– Si, no podría aguantar otro rechazo.
– ¿Y no le has preguntado?
– ¿Preguntado?
– Sí ¿él puede preguntar y tú no?
– Qué vergüenza ¿qué pensará?
– ¿Vergüenza a estas alturas? ¿Vergüenza de qué? ¿Qué te aporta de positivo tener vergüenza en esta situación?
– Tienes razón. No pierdo nada por intentarlo.

Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.

By | 2017-03-02T12:09:44+00:00 septiembre 10, 2013|Blog, En la consulta|0 Comments

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