¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– Mi padre es un ingrato.
– …-Silencio-
– No entiende que es lo mejor para él.
– …-Silencio-
– Ya no sé como explicarselo.
– ¿Ya no sabes como explicarle, es lo mejor para él, es un ingrato?
– Sí.
– ¿Podemos ir por pasos?
– Claro, es muy fácil.
– Te escucho.
– Mi padre ya tiene una edad, y vive solo desde hace más de 15 años, en fin, desde que mi madre murió.
– … -Silencio-
– Y se niega a ir a una residencia.
– ¿Tiene algún problema que le impida seguir viviendo solo?
– Bueno, los achaques de la edad y que es muy mayor.
– … -Silencio-
– Pero en cualquier momento…
– ¿En cualquier momento?
– En cualquier momento le puede pasar cualquier cosa.
– ¿Te refieres a que le puede pasar cualquier cosa… como un accidente?
– Exacto ¿lo ves como es por su bien?
– ¿Igual que me podría pasar a mi o a ti?
– Es distinto.
– ¿Es distinto?
– ¡Claro!
– ¿Me lo puedes explicar? Yo no lo veo tan claro.
– Nosotras tenemos reacción de respuesta, pero él no.
– No lo sé, quizás tengas razón, pero me suena a creencia.
– …-Silencio-
– ¿Ese es realmente el problema?
– No te entiendo.
– Lo que te pregunto es, si es eso lo que realmente te preocupa, su seguridad.
– Claro.
– Si ese es realmente el problema y él no quiere ir a una residencia qué más se te ocurre que podrías hacer?
– ¿…?
– Bien, tú has aportado una solución y esta no le gusta ¿no?
– Montse, no se trata de que le guste o no, se trata de qué es lo mejor.
– Entiendo, y esta es según tú, la mejor opción.
– Sí.
– Para decir que es la mejor opción, quiere decir que han tenido que haber más opciones antes, me las podrías explicar.
– No hay más opciones.
– ¿Estás segura? Entonces cómo puedes decir que es la mejor, decir que es la única que te has planteado ¿no sería más correcto?
– Mmm…- Me mira con los ojos abiertos y hace una mueca con la boca- quizás tengas razón, pero…
– ¿Pero?
– Para todos sería mucho más práctico.
– ¿Para todos?
– Sí, lo mejor sería la residencia, así nos olvidamos del problema, estará bien cuidado y atendido…
– ¿El problema?
– … -Silencio-
– ¿Qué problema? Que yo sepa todavía no existe el problema.
– … -Silencio-
– Así podemos vender la casa y…
– ¿Vender la casa?
– Montse, no lo digas así.
– Así ¿cómo? solo he dicho ¿vender la casa?
– Ha sonado a reprimenda.
– ¿A reprimenda?
– Montse, ese dinero nos vendría muy bien.
– ¿Vendría muy bien?
– Sí, ya sabes como están las cosas, el trabajo esta muy mal, los niños tienen que ir a la universidad…
– No lo dudo, pero me pregunto qué es lo realmente importante aquí.
– No te entiendo.
– Entonces lo importante aquí es… ¿lo mejor para tu padre o lo mejor para ti?
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.
 
			
					 
												 Uso cookies para mejorar la experiencia de uso de la web, si continuas navegando entiendo que aceptas su uso. Por favor, visita la página de
Uso cookies para mejorar la experiencia de uso de la web, si continuas navegando entiendo que aceptas su uso. Por favor, visita la página de