¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– Montse, ¿cómo puedo convencer a mi padre de que viva en una residencia?
– ¿Quieres que te ayude a convencer a tu padre de que valla a vivir a una residencia?
– Sí.
– Siento decirte que te has equivocado de sitio, no soy la persona que buscas.
– Venga, tu siempre tienes soluciones para todo, échame un cable.
– ¿Quieres un cable…? Dime ¿por qué tienes la necesidad de convencer a tu padre de que se vaya a vivir a una residencia?
– Porque se lo he propuesto y no quiere ir.
– ¿Y por qué no quiere ir?
– Dice que el esta bien y que le gusta su casa, que están todos sus recuerdos y todas sus cosas.
– ¿Y tú qué opinas al respecto?
– Tiene razón, es su casa y sus cosas y sus recuerdos, pero es peligroso que siga solo.
– ¿Lo que realmente te preocupa es que le pase algo malo?
– Claro, imagínate que tropieza o se resbala en la ducha o que se deja un fogón encendido…
– ¿Aquí quién es el que tiene miedo?
– Está claro ¡yo!
– ¿Y por qué crees que tu padre no tiene miedo?
– ¡Porque es un inconsciente! No se da cuenta.
– ¿Tú crees realmente que no se da cuenta? Lleva viviendo sólo más de 15 años, pone él la lavadora, va a la compra, cocina, cuida de las plantas y demás.
– Es cierto, pero no es consciente de lo que es mejor para él, si se fuera a una residencia todo eso se lo harían allí, él no se tendría que preocupar de nada.
– Yo no tengo tan claro que sea lo mejor para él, pero… ¿no hay otras medidas menos drásticas, para que tú te quedes más tranquila?
– No me lo había planteado. – Se toma su tiempo antes de responder-
– … -Silencio.
– Ahora recuerdo… un vecino me comento que Cruz Roja o Cáritas tienen un servicio de ayuda domiciliaria. Comento algo de un sistema que llevan colgado del cuello…o algo parecido, que en caso de peligro, podían accionar el botón y les enviaban ayuda, creo recordar, puedo ir a buscar información.
– ¿Te parece una buena opción?
– Sí, creo que esto podría servir, lo probaré.
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.