Kon-Tiki, locura, obsesión y fe.

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

– Quiero que le quites esas tonterías de la cabeza.
– ¿Qué quieres qué?
– Quiero traerte a mi hija para que le saques esas tonterías de la cabeza y la hagas entrar en razón.
– ¿Tonterías? ¿Entrar en razón?
– ¡Sí, tonterías!
– ¿Para ella son tonterías?
– No claro, pero ella es muy joven, no sabe lo que le conviene, tiene la cabeza llena de pájaros y a mi ya no me escucha.
– ¿Tú escucharías a alguien qué te dice que lo que a ti te gusta o que tus sueños son una tontería?
– Mmm… ¡No, claro! Pero no estamos hablando de mi.
– Ya, ya me he dado cuenta.
– Esto me recuerda a una película. Has visto Kon-Tiki

Película basada en un a historia real. Trata sobre el héroe “marítimo” nacional de Noruega, Thor Heyerdahl.
Dos años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial el explorador noruego Thor Heyerdahl demostró una teoría, basándose en una leyenda y en los estudios realizados e información recopilada durante diez años de su vida.
En 1947, cruzó el Pacífico en una balsa de madera para demostrar su teoría, que los indígenas de Sudamérica llegaron a la Polynesia. Thor, contó con un equipo de cinco hombres, de los cuales solo uno era marino, recorrieron durante 101 días 8.000 kilómetros. Lo sorprendente de esta aventura además de la historia en sí misma, es que Thor no sabia nadar y mucho menos de navegación. Aun así, gracias a su fe inamovible por Kon – Tiki, un tanto por ciento de locura y otro tanto de obsesión, llego a su objetivo. Todos le decían que no podía ser, que su teoría estaba equivocada. Que fracasaría en su intento, que era un loco y soñador.
Pues bien gracias a estos locos y soñadores la sociedad sigue avanzando. Me alegro de que no escuchasen a quienes les decían que era una tontería y una locura.