Soy un bicho raro

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

– Montse cuándo estoy aquí lo tengo claro…
– … -silencio-
– Pero luego…
– ¿Luego?
– Es cómo si se me nublara la mente, qué se yo, el cerebro no me responde.
– ¿Se te nubla la mente? ¿El cerebro no te responde?
– Sí, no se cómo explicarlo, es muy raro, te lo juro, yo lo tengo claro, no, lo tengo clarísimo, pero…
– ¿Pero…?
– No puedo, no se por qué, pero no puedo.
– Empecemos desde el principio.
– Cuándo lo hablo contigo, veo que no es la persona con la que quiero estar el resto de mi vida,  que estoy perdiendo el tiempo, no me da lo que yo necesito, no le quiero, no me apetece verlo, ni que me toque, ¿te lo puedes imaginar?
– Es más normal de lo que crees.
– ¿De verdad? Yo pensaba que esto solo me pasaba a mi, que soy no se…
– ¿Un bicho raro?
– Sí exacto, un bicho raro.
– Siento decepcionarte, esta historia la he escuchado muchas veces.
– ¿Entonces?
– ¿Entonces qué?
– Sí ya lo has oído más veces dime cómo se soluciona.
– Esto no funciona así, mismo problemas misma solución. Sorry, es más complicado. Para cada caso y para cada persona es distinto.
– ¿Entonces?
– Explícame por qué crees tú que no lo puedes dejar. ¿por qué es eso lo que quieres hacer, no?
– Mmm…
– Entonces, empecemos por tener claro qué es lo que quieres.
– Jo como eres.
– Esta claro que si lo quisieras dejar ya lo habrías hecho, no estáis casados, no tenéis hijos, no vivís juntos, no tenéis negocios juntos, entonces ¿qué te lo impide?
– ¿Y si luego me arrepiento? y si luego el que encuentro es peor, y si no encuentro a nadie, y si…
– Para, para, son demasiados “y sis” ¿no te parece?
– Sí, lo se, pero es lo que pienso, no puedo evitarlo.
– De acuerdo, entonces dejemos de lado los “y sis” y dime ¿qué es lo que quieres?
– Montse ya lo sabes, quiero una pareja que me quiera.
– ¿Este chico no te quiere?
– Sí, a su manera.
– Entonces ya lo tienes ¿no?
– ¡No!
– Si lo qué tu quieres es que te quiera y el te quiere, aunque sea a su manera, ya esta, ¿qué es lo qué ocurre?
– No es suficiente.
– Vuelvo a repetir la pregunta y por favor intenta pensar antes de responder, ¿qué quieres?
– Quiero que me quiera cómo yo necesito que me quieran.
– ¿Y eso cómo es?
– Mmm
– Si no me lo explicas, yo no lo se, puedo imaginar pero… ¿Cómo sabrás qué te quieren cómo tú necesitas qué te quieran?
– Por que lo sabre.
– Perfecto pues descríbemelo.
– Montse cuándo te pones así eres odiosa.
– Puede, pero todavía no me has respondido. Por hoy lo dejamos aquí, para la próxima visita quiero que pienses en la respuesta ¿vale?

Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.

By | 2017-03-02T12:09:21+00:00 marzo 31, 2014|Blog, En la consulta|0 Comments

About the Author:

Importante: Por cuestiones legales y éticas no puedo en ningún caso dar respuesta vía e-mail a personas que no sean pacientes sobre: recetas, posologías, hacer valoraciones y mucho menos dar diagnostico alguno. Para cualquier otra duda o comentario, estaré encantada de poder ayudarte.
X