Érase una vez, ¿Quién dice que no puedes?

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

– No se cómo avisarla.
– ¿De qué?
– De que no puede.
– ¿No puede?
– No.
– Explícate.
– Yo lo he intentado en repetidas ocasiones y estaba más preparada que ella.
– Eso quiere decir que ella no va a poder.
– ¡Exacto!
– Que tal si le dejas intentarlo.
– ¿Para qué? Ya te he dicho que si yo no pude, ella menos.
– A lo mejor ella dispone de otras herramientas, déjala intentarlo. Esto me recuerda un cuento.

Érase una vez, en un país lejano vivía un cienpies, este era divertido, atento y cortés con todos los habitantes del lugar, siempre iba de un lugar para otro con gran agilidad y rapidez.
– ¿Cómo es posible que vaya tan deprisa? -se preguntaban algunos-.
– ¿Cómo es que no tropieza? -se preguntaban otros-.
Nuestro cien pies, ajeno a estas preguntas seguía de un lado para otro, era un no parar, que alguien necesitaba recoger alguna cosa él se ofrecía, que alguien necesitaba entregar algo, ahí estaba él.
Un día se le acerco el pingüino y le pregunto:
– Buenos días cien pies, ¿te puedo preguntar cómo lo haces?
– ¿Cómo hago el qué?
– ¿Cómo es posible que yo solo con dos patas, sea tan torpe y tu con cien seas tan ágil y rápido?
El cien pies se quedo pensativo durante un rato y pregunto;
– ¿Por qué no tendría que ser rápido y ágil?
– Porque con tantas patas es fácil tropezar, liarte, hacerte la zancadilla, que unas quieran ir hacia la derecha y las otras hacia la izquierda, pisarte… es increíble que seas tan ágil y rápido.
Dicho esto el cien pies nunca más volvió a moverse.

Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.

By | 2017-03-02T12:09:20+00:00 abril 4, 2014|Blog, En la consulta|0 Comments

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