He sido víctima de un catfish.

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

– Montse, no me puedo creer que esto me haya pasado a mi.
– ¿Qué te a pasado?
– Creo que he sido víctima de un catfish.
– ¿De un qué?
– Un catfish.
– Perdona pero no te pillo.
– ¡Montse! No estas al día, es un engaño en red.
– ¡¿Te han estafado?!
– Si, pero emocionalmente. Es un engaño on line sentimental.
– Ya entiendo.
– Es terrible, con mi edad, ¿cómo he podido?
– ¿Con tu edad? ¿Cómo has podido?
– Montse que esto le pase a una chica joven, aun… pero a mi, ya pasados los cincuenta, no tengo perdón.
– No sabia que se tenia que tener una edad para que te pudieran engañar.
– No hagas bromas, que es muy serio.
– Centrémonos entonces en cómo te han engañado.
– ¿Cómo me han engañado?
– Sí. Explícame cómo ha ido todo ¿Desde cuándo os conocéis, de qué forma os habéis conocido…?
– Hace tres meses más o menos que empezamos a escribirnos, luego intercambiamos fotos… y lo que empezó como algo esporádico, poco a poco se convirtió en una dependencia.
– ¿En una dependencia?
– Necesitaba conectarme todas las noches. Y el día se me hacia eterno.
– Exactamente, para que yo lo entienda, ¿os habéis visto? Quiero decir en persona.
– No.
– ¿Habéis hablado por teléfono? Me refiero si has oído su voz.
– No.
– Ok, entonces solo os escribíais ¿es eso?
– Sí, intente quedar con él en varias ocasiones pero siempre le salían compromisos o imprevistos de ultima hora.
– … -silencio-
– Y esto fue lo que me hizo sospechar… además de lo guapísimo que es, el que fuera más joven que yo… su posición económica…
– Para, para, ¿desde cuándo sospechas de que hay “tongo”?
– Desde el principio, ya te he dicho que empece para divertirme, pero luego…
– ¿Luego?
– Me enganche a lo que me decía, a lo que me hacia sentir…
– Entonces no estamos solo delante de alguien que se ha creado una identidad y vida falsa que además se dedica a engañar sentimentalmente a los demás, sino de alguien que también necesita ser engañada y hacer real sus fantasías. En este caso tú.