¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– ¿Te das cuenta qué desde que has llegado no paras de repetir una y otra vez lo mismo?
– Pero, es que…
– Pero, es que… ¿qué? ¿crees qué no te he entendido?
– Sí, ya, pero es que no quiero dejarme nada.
– ¿Qué pasaría si te dejaras algo?
– Es que no quiero dejarme nada.
– Ok, lo he entendido, no quieres dejarte nada, pero yo te pregunto qué pasaría si te dejaras algo.
– Mmm.
– ¿A quién quieres convencer?
– ¿Qué a quién quiero convencer?
– Hace rato que no me lo estas contando a mi.
– ¿Entonces a quién se lo estoy contando?
– Solo te lo estás diciendo a ti misma, una y otra vez.
– ¿Y por qué hago eso?
– Dímelo tú.
– La verdad, no tengo ni idea.
– ¿Qué pasa cada vez que lo dices?
– Que me cabreo más y más.
– ¿Y eso es lo qué quieres?
– No te entiendo.
– Si es lo que quiere, lo estás haciendo genial, pero si no replantéatelo.
– Pero es que…
– ¿Otra vez?
– Montse, no puedo dejar de pensar en ello.
– Estás centrando todo tu foco de atención en el tema, solo tienes que desviar el foco, es decir céntrate en otra cosa.
– Lo intento, pero al momento sin saber cómo vuelvo.
– Requiere un esfuerzo por tu parte, desvíate las veces que haga falta hasta que lo consigas.
– No puedo.
– ¿No puedes o no quieres? Repito, si es lo que quieres está bien, no hay problema. Pero cuenta que cada vez que lo repites, lo fijas más en tu cerebro y se hace más real y más creíble para ti.
– ¿Quieres decir qué no paro de repetir lo mismo porque quiero afianzarlo?
– ¿Cómo te resuena?
– ¡Fatal!
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.
 
			
					 
												 Uso cookies para mejorar la experiencia de uso de la web, si continuas navegando entiendo que aceptas su uso. Por favor, visita la página de
Uso cookies para mejorar la experiencia de uso de la web, si continuas navegando entiendo que aceptas su uso. Por favor, visita la página de