Complementos nutricionales durante el embarazo

Ingesta energética

El aumento de las necesidades energéticas durante el embarazo para satisfacer las demandas tanto de la madre como del feto.

Las diversas estimaciones sobre el coste energético total del embarazo, basadas en la ingesta dietética de mujeres embarazadas y en la determinación del gasto energético en reposo, varían de 45.000 a 80.000 Kcal.

Las recomendaciones sobre el incremento diario de las necesidades calóricas se han estimado en 300 Kcal. al día por encima de las necesidades energéticas de una mujer no embarazada.

Es posible que solo se precise aumentar las necesidades energéticas de mujeres sanas y bien alimentadas en 200 a 300 Kcal./día hacia la segunda mitad del embarazo.

Proteinas

En total se depositan 925 g de proteínas en un feto normal y en los tejidos maternos accesorios. Un incremento de 10 g de proteínas al día sobre el ADR de una mujer no embarazada resulta suficiente para satisfacer dichas necesidades.

Calcio

Las mujeres corren menos riesgo de tener partos prematuros, parto espontáneo y bebés con bajo peso al nacer cuando la ingesta de calcio sea de 1.200 mg/día a lo largo del embarazo y la lactancia para las mujeres adultas.

Aun así, en este caso los complementos pueden ser una espada de doble filo, ya que dosis de más de 1.500 mg pueden impedir que el cuerpo absorba cinc, hierro y magnesio.

Hierro

Es preciso un incremento en las reservas orgánicas de hierro aproximadamente de 1.200 mg para permitir la expansión del volumen eritrocitico materno y la síntesis de tejidos fetales y placentarios.

Para satisfacer las demandas del embarazo, la mujer media debe absorber aproximadamente 3 mg/día de hierro. Para asegurar que la calidad del hierro absorbido resulta suficiente para satisfacer las necesidades del embarazo basta una ingesta total de 30 mg/día de hierro.

Se recomienda que las embarazadas reciban suplementos de hierro oral de 30 mg/día de hierro elemental durante el segundo y tercer trimestre, en forma de sales ferrosas simples. Esta cantidad debería mantener constantes los niveles de hemoglobina en la mayoría de las embarazadas. Las mujeres que sufren anemia al inicio del embarazo precisan dosis superiores.

En los bebés amamantados el hierro de la leche materna se absorbe bien y no puede ser aprovechado por los gérmenes gastrointestinales. El hierro adicional a menudo puede causar o empeorar las infecciones gastrointestinales de un bebé. Los niños pequeños, las mujeres embarazadas y las madres lactantes deberían consumir con frecuencia alimentos ricos en hierro, es decir, una vez al día carne roja hígado o morcilla o moluscos. Y otra vez al día un alimento relativamente rico: huevos, carne blanca, pescado o leguminosas. Y sobre todo, no terminar la comida con un té (limitado al desayuno o merienda), sino con un alimento, una bebida o un suplemento minero-vitamínico que contenga la vitamina C.

Ácido fólico

El recomendado durante el embarazo es de unos 400 microgramos con el fin de reducir el riesgo de defectos del tubo neural. Debe procurarse mantener el consumo total de ácido fólico por debajo de 1 mg/día (excepto bajo supervisión médica). El ácido fólico no se almacena en el organismo, pero puede aportarse mediante una dieta adecuada que contenga frutas, zumos, cereales integrales y hortalizas.

Sódio

No se recomienda la restricción de sodio durante el embarazo. Por otra parte, las necesidades de sodio durante el embarazo suelen verse satisfechas con una dieta normal.

Alcohol

El síndrome del alcoholismo fetal, que consiste en malformaciones congénitas, alteraciones del crecimiento y efectos sobre el sistema nervioso central, puede deberse al consumo de alcohol durante el embarazo.

La lesión fetal se puede producir poco tiempo después de la concepción y antes de que la mujer tenga noticia de su embarazo.

Resulta prudente recomendar la abstinencia total de alcohol en la embarazada.

Cafeína

La cafeína puede atravesar, se considera una droga estimulante. Lo más adecuado es aconsejar a la embarazada que evite o limite el consumo de alimentos y fármacos que contengan cafeína. En el momento actual se piensa que un consumo de cafeína equivalente a dos, tres tazas de café regular al día durante el embarazo resulta seguro.

Edulcorantes artificiales

El más empleado es el aspartamo. La ingesta diaria aceptable de aspartamo es de 50 miligramos por kg de peso corporal. Lo recomendable es que no ingieran más de dos a tres porciones diarias de productos endulzados con asparíamos.

Las mujeres fenilcenúricas deberían evitar el uso de edulcorantes artificiales con aspartamo (así como otras fuentes de fenilalanina) durante el embarazo con el fin de evitar retrasos mentales profundos en sus hijos.

Diferentes tipos de embarazos:

  • Embarazo en la adolescencia.
  • Embarazo y obesidad.
  • Embarazo y diabetes.
Publicado en:
  • Diari de Rubí
  • Revista Més
  • El Tot Badalona
By | 2017-03-02T12:10:11+00:00 marzo 21, 2012|Artículos, Blog|0 Comments

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