Érase una vez, salir de la zona de confort.

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

– Montse, todo esto esta muy bien pero…
– ¿Pero…?
– Y si decido cambiar y no me va bien, ¿entonces qué hago?
– Eso no lo sabes.
– Ya ¿pero y si sale mal?
– No hay ninguna garantía de que salga bien y tampoco la hay de que salga bien.
– Lo ves, es un suicidio dar el paso.
– Recuérdame cual fue el motivo de tu visita.
– Quiero cambiar de vida.
– Perfecto ¿Para…?
– Para ser feliz.
– Doy por hecho que ahora no lo eres.
– No.
– Y para ello ¿qué decidiste que era necesario?
– Un cambio de trabajo. Odio mi trabajo, es asfixiante, se que valgo para mucho más.
– ¿Cómo sabes que cambiando de trabajo, serás feliz?
– Por qué ahora no lo soy.
– Sí, esto ya lo se, pero eso no quiere decir que si lo cambias serás feliz ¿no?
– Sí, estoy de acuerdo pero… así no puedo continuar, no quiero pasarme el resto de mi vida así.
– Perfecto, entonces ¿que te impide dar el cambio?
– Tu dirás que son excusas pero… ahora tengo un sueldo, malo, pero un sueldo a fin de cuentas, que cobro a final de mes. Ya se lo que se espera de mi, conozco a todo el mundo y ellos a mi, tengo pagas extras y una plaza de parking.
– Esto me recuerda un cuento…

Érase una vez en un país lejano… un monje y su discípulo que andaban de viaje, buscaban un refugio donde pasar la noche, a lo lejos vieron una casa de apariencia muy humilde.
Cuando se acercaron vieron que en ella vivían un matrimonio y sus cuatro hijos. Estos estuvieron encantados de darles cobijo por una noche a pesar de ser pobres y no tener apenas recursos, vestían con ropas sucias y muy desgastadas e iban sin calzado.

Durante la cena el maestro pregunto;
– Están muy apartados de cualquier pueblo y en esta zona no hemos visto que exista posibilidades de trabajo de ningún tipo. ¿Cómo hacen para poder subsistir aquí usted y su familia?
A lo que el hombre respondió, muy tranquilo…
– Tenemos una vaca, que nos da varios litros de leche al día, parte de esa leche la utilizamos como moneda de cambio en el pueblo para otros alimentos o cosas que necesitemos y con el resto de leche hacemos queso, yogurt , cuajada para nuestro consumo.
Al día siguiente después de despedirse de la familia, continuaron su viaje, cuando ya llevaban un rato el maestro le dijo a su discípulo;
– Vuelve a la casa y sin que nadie te vea coge a la vaca y tírala por el acantilado -el joven no podía creer lo que oía-
– Pero, señor -protesto el discípulo- es su única fuente de ingresos, ¿qué será de ellos sin su vaca?
El maestro no respondió y el joven marcho en busca de la vaca y tal y como le había indicado el maestro la tiro por el barranco. La imagen de la vaca muerta le acompaño a lo largo de muchos años.
Ese recuerdo lo torturaba y no le dejaba dormir ni vivir en paz, era tal el remordimiento que un día decidió volver para confesar lo que había hecho.
A medida que se acercaba al lugar vio que todo estaba muy cambiado, el paraje estaba lleno de flores y arboles frutales, había un bonito coche aparcado en la puerta, la casa estaba totalmente reformada y ampliada y varios niños jugaban en el jardín. Al discípulo se le iba encogiendo el corazón pensando que la familia tuvo que vender lo poco que tenían, sus tierras para poder subsistir.
Cuando por fin se atrevió a llamar a la puerta, comprobó sorprendido que se trataba de la misma familia.
– Perdón, ¿qué ha pasado? – pregunto-
A lo que el hombre le respondió…
– Nosotros teníamos una vaca que un día se mato al caerse por el precipicio. Esa vaca era todo nuestro sustento y cuando nos quedamos sin ella, tuvimos que activar todo nuestro ingenio. Mi hijo se dio cuenta que la arcilla que hay al lado del acantilado es ideal para hacer cuencos de barro, todos empezamos a modelar cuencos, platos, vasos y todo tipo de recipientes, mi mujer se dedico a pintarlos, y con la primera venta, compre semillas de árboles frutales y empece a sembrar el campo. Y poco a poco llego el bienestar a nuestro hogar.

Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.

By | 2017-03-02T12:09:29+00:00 enero 10, 2014|Blog, En la consulta|0 Comments

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