¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– En la última sesión nos quedamos en que estabas dando por hecho muchas cosas; que él siente lo mismo que tú, qué es tan rápido como tú, que le parece “bien” que le presentes a tú familia y a tus amigos tan pronto, que le de el mismo valor a la familia que tú…
– Sí.
– También comentamos que, antes de llevar una semana ¿ya sabias qué ibas en serio? Y que no necesitas mucho tiempo para saberlo. ¿no?
– Sí.
– Además… refiriéndote a las relaciones, que siempre es culpa tuya, que siempre lo estropeas todo.
– Sí.
– Si te parece vamos por pasos.
– De acuerdo.
– Antes de llevar una semana ¿ya sabias qué ibas en serio?
– Sí.
– Perfecto ¿y para él?
– La verdad, no lo se, creí que para él era igual, pero visto lo visto a lo mejor me precipité.
– Bien, ¿qué podrías hacer para saberlo a ciencia cierta?
– No lo se, lo más rápido sería preguntarle, pero…
– ¿Pero…?
– ¡Eso queda fatal!
– ¿Tú crees?
– ¿No?
– No lo se, dímelo tú.
– Tienes razón, a estas alturas menuda gilipollez.
– Bien, ya me contarás, pasemos al siguiente punto. ¿Cómo y cuándo sabes que una relación va en serio?
– Mmm… por lo que siento.
– ¿Por lo qué sientes tú?
– ¡Sí claro!
– Bien, ¿por qué más?
– Por nada mas, ¿qué no es suficiente?
– Eso es suficiente para saber solo eso, lo que sientes tú.
– Sí.
– ¿Y lo qué siente él?
– … -silencio-
– La relación es cosa de dos ¿estas de acuerdo?
– Sí.
– Entonces es importante que las dos personas sientan lo mismo. ¡Y digo las dos!
– Pero… yo creía que si yo lo sentía, es porque de alguna forma él también…
– ¿Él también…?
– Ya veo que no, no lo entiendo. ¿Cómo me puede hacer sentir así y no sentir él lo mismo?
– Porque son dos cosas distintas. Una cosa es cómo podemos hacer sentir a las personas y otra muy distinta es tener que sentirlo nosotros.
– No lo entiendo.
– Te pondré un ejemplo ¿Has jugado alguna vez ha contar historias de terror y le has hecho pasar miedo a alguien?
– Sí claro, es muy divertido.
– ¿Cómo puede ser divertido para ti, cuándo estas haciendo sentir miedo a los demás? ¿Lo ves?
– No me lo puedo creer, es cierto, no necesariamente uno tiene que sentir lo que le esta haciendo sentir al otro. ¡Que equivocada he estado!
– Exacto no “necesariamente” ahí esta la clave.
– … -silencio-
– Bien, ¿esto puede ser el motivo de los fracasos anteriores?
– Sí, creo que sí.
– Quiero qué pienses en todo esto y continuamos la próxima semana.
Continuará…
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.
 
			
					 
												


 Uso cookies para mejorar la experiencia de uso de la web, si continuas navegando entiendo que aceptas su uso. Por favor, visita la página de
Uso cookies para mejorar la experiencia de uso de la web, si continuas navegando entiendo que aceptas su uso. Por favor, visita la página de