Son muchos los que se plantean la misma cuestión ¿qué hay de diferente entre un Coach y un consultor? ¿Qué criterio debo seguir para hacer mi elección?
Pues bien, para mí, la primera gran diferencia es, que la consultoría aporta el saber del experto, es decir, de aquel que sabe acerca de algo. El consultor es una persona altamente cualificada tanto por su experiencia como por su formación sobre un área especifica. Este asesora a otras personas, empresas, grupos, países y organizaciones. El Coach también requiere de una formación y de una experiencia en su profesión, pero para el Coach a diferencia de un consultor, no es indispensable ser un experto de la materia a tratar por el cliente. Ya que el Coach es un facilitador de aprendizajes y debe ingeniárselas para que las personas aprendan sin que él o ella enseñen nada. Este se convierte en un “entrenador” responsable de sacar lo mejor de la persona utilizando los propios recursos de esta.
Otra de las grandes diferencias reside en que el consultor dirige, enseña y marca unas directrices a seguir (basándose en su experiencia y su formación). El Coach hace todo lo contrario. Dependiendo de la corriente (escuela, las hay más ortodoxas y menos) en la que se ha formado el Coach.
El propósito del Coach es que sea su Cooching (cliente) el que encuentre la mejor solución para sí mismo y su organización.
Ambos profesionales cubren un gran abanico de necesidades, ahora bien, dependerá de cuál sea la necesidad en cuestión, a la hora de decantarnos por uno u otro. Ahora ya tenemos más herramientas para poder hacer una correcta elección.
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