¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– En la sesión anterior trabajamos el tema de las diferencias y no tanto que existían entre los heterosexuales y homosexuales a la hora de encontrar una relación estable. ¿sí?
– Sí.
– Bien ¿y qué tal?
– La verdad, he pensado bastante en lo que hablamos. Incluso, he aprovechado para hablar de este tema con amigos heteros.
– ¿Y?
– Muy sorprendido, siempre pensé…
– … -Silencio-
– Siempre pensé que los heterosexuales lo tenían más fácil.
– ¿Y ahora qué crees?
– Después de la sesión anterior, me replantee muchas cosas, y vi que había otras opciones y eso hizo que lo hablara con mis amigos.
– Bien.
– Y el hecho de hablarlo con ellos desde otra perspectiva, me ayudo a tener la mente más abierta. En otro momento…- Se toma su tiempo para responder-
– … -Silencio-
– En otro momento, me hubiera negado a escuchar nada que no se pareciera a mi forma de ver las cosas.
– Muy interesante ¿no?
– Sí, la verdad. No era consciente de lo mucho que a veces damos por verdades absolutas cosas que no lo son. Y estar totalmente equivocado.
– O simplemente tener más opciones, más variantes…
– Sí.
– Me alegro, entonces si te parece tratamos el otro punto.
– Sí, sé que lo mencionaste y estoy intrigado ¿de qué otro punto se trata?
– En la sesión anterior me comentaste que cuando encuentras a un chico que te interesa le explicas que lo que tu estás buscando es una relación seria, ¿verdad?
– Sí.
– Perfecto, y que él, te dice que es lo mismo que busca. ¿no?
– Sí.
– Y que empezáis a conoceros y después del sexo si te he visto no me acuerdo.
– Sí, ¡exacto! No sé porqué mienten, no sé porqué tienen que hacer tanto daño, con decir que sólo quieren sexo basta.
– ¿Basta?
– Sí, si me apetece, no hay problema, a nadie le amarga un dulce y así la espera se hace más corta. – Se sonroja a la vez que me guiña un ojo-
– Perfecto. Pues de esto quería yo hablar.
– … -Silencio-
– Veamos ¿te has planteado que pasaría si encuentras a alguien que te parece interesante y le comentas que quieres una relación estable?
– … -Silencio-
– …y que esta persona accede, porque es exactamente lo que busca también él.
– Sí.
– Pero descubres al cabo de unos días o incluso mientras o después de temer relaciones sexuales que no es lo que querías, que no te convence, que no te gusta. ¿Qué haces?
– Hombre esta claro ¿No? Si no me gusta, lo dejo y a por otro ¿no?
– Está bien, pero ¿se lo explicas?
– ¡¿Que si se lo explico?!
– Sí, si le explicas porqué no lo vuelves a llamar.
– Pero ¿cómo quieres que le explique?, ¿qué quieres que le explique? Oye, mira, me pareció que me gustabas pero resulta que no eres lo que pensaba.
– ¿Difícil? Verdad.
– Sí.
– Bien ahora imagínate que esto mismo le pasa a él en relación contigo.
– ¡Ostrasss!
– Difícil ¿no?
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.
 
			
					 
												
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