Entrenador y Coach deportivo ¿es lo mismo?

Es normal que surjan dudas, ya que una de las traducciones de la palabra “coach” es exactamente “entrenador”. Entonces ¿estamos delante de un entrenador de entrenadores? La respuesta es ambigua, sí, en el caso de seguir fieles a la traducción y no, si nos referimos a la función que desempeñan ambos.

Son dos profesiones muy distintas, en primer lugar la formación para ser coach y para ser entrenador es totalmente diferente. En segundo lugar el entrenador suele ser un ex jugador, (por lo que acumula muchísima experiencia), el coach no ha tenido porque hacer deporte en su vida (quiero decir con esto que no es un requisito indispensable para hacer bien su labor). En tercer lugar, el entrenador es un gran conocedor del juego, de la técnica, de las bases… el coach no tiene porque conocerlas. El entrenador es la persona encargada de enseñar, dirigir, corregir y ayudar a sus jugadores, el coach no hace nada parecido, el coach no da respuestas, no le dice lo que tiene que hacer, la función de este es ayudar al entrenador a ser, aun si cabe, mejor como persona y como profesional, para poder ayudar a desarrollar mejor su trabajo. ¿Cómo lo hace? a través del acompañamiento en un proceso de reflexión, responsabilidad y aprendizaje.

Al principio, decía que una de las traducciones de la palabra coach era entrenador. La palabra coach viene originalmente del húngaro Kocsi (carruaje), la función de un coach es la de transportar a las personas del lugar en el que se encuentran actualmente al lugar a donde quieren llegar.

“El Coaching consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. En ayudarle a aprender en lugar de enseñarle.”
John Whitmore.

Estamos ante dos profesiones que pueden ser complementarias, aunque cada una tiene su propia identidad. En lo único que coinciden ambas profesiones es en sacar el máximo rendimiento de las personas que tienen a su cargo, eso sí, de forma distintas.