¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– Retomemos la sesión anterior. Tenemos que Luis tiene novia y que desde hace dos meses que lo conoces se está separando de ella, ¿voy bien?
– Sí.
– Perfecto, y según tú es tu futuro marido, aunque él no sabe lo mucho que te quiere, y… tu estas asustada porque según tú, te quiere más de lo que le quieres tú. Y esto está haciendo que te vuelvas loca. ¿Me he dejado algo?
– No, tal cual.
Continuemos…
– Montse, no he parado de pensar en lo que estuvimos hablando el otro día.
– ¿Y…?
– No lo sé, hay algo, que no me cuadra, y no sé qué es.
– ¿Cómo describirías la sensación que tienes?
– Es como un mal estar, como si estuviera intranquila, cómo si tuviera que pasar algo malo. No sé si me entiendes.
– Creo que sí.
– Montse, pero yo le quiero, yo sé que él me quiere. Sé que me quieres decir algo pero…
– ¿Pero…?
– No creo que me vaya a gustar.
– ¿Qué crees que quiero decirte?
– Tengo miedo a que me digas que estoy loca, o que solo soy su amante, o que me digas que no me quiere, o lo de que su novia está loca es una excusa. Que me digas que todo es una fantasía, que la verdad es que no quiero estar sola. ¡No quiero oírlo, no quiero! Por una vez quiero oír que tengo razón, que todo saldrá bien. ¿Es mucho pedir?
– No, no es mucho pedir.
– …Silencio. -Su respiración vuelve poco a poco a la normalidad, parece que se tranquiliza.-
– En primer lugar, me gustaría trabajar esas emociones. Luego que pudieras ordenar las ideas y al final, que tú saques tus propias conclusiones. ¿Te parece?
– Centrémonos en ese mal estar, cierra los ojos, ¿Dónde lo sientes?
– Aquí. -me señala la zona de debajo del estómago-
– Muy bien, cierra los ojos y dime ¿es la primera vez que lo sientes?
– No. -Responde al momento-
– Perfecto ¿dime otra situación en la cual lo hayas sentido antes?
– … -Silencio-
– Tómate tu tiempo, no busques, deja que aparezca.
– Es muy extraño, soy bastante más joven, estoy en el instituto, creo…
– Y ¿qué ocurre, porque te sientes así?
– Me acaban de dar las notas y he suspendido una asignatura que creía que la había aprobado con nota. -rompe a llorar-
– Muy bien, lo estás haciendo muy bien ¿qué más ocurre?
– Es una gran decepción y mi padre se enfada muchísimo.
– Bien, tranquila ¿es la primera vez que sientes esto?
– No. -dice de inmediato-
– Perfecto ¿dime otra situación en la cual lo hayas sentido antes?
– Estoy en casa, soy mucho más pequeña.
– ¿Y qué ocurre? ¿porque te sientes así?
– Estoy en mi habitación y oigo a mis padres discutir, mi padre le dice a mi madre que está loca y que no sirve para nada, ni para tener relaciones sexuales, que está muy decepcionado. -no puede terminar la frase, vuelve a llorar.-
– Tranquila, lo has hecho muy bien ¿es la primera vez que sientes esto?
– ¡Sí!
– Bien, ya hemos llegado. ¿Cómo estás?
– Más tranquila, pero asombrada, ¿qué ha pasado?
– Hemos hecho un ejercicio de PNL.
– Es alucinante.
– Lo sé, ahora me gustaría que respirases y mirases como esta esa sensación, ¿cómo la sientes?
– Más diluida, casi no la percibo
– Perfecto. Si te pregunto si el causante de que te vuelvas loca es Luis, ¿qué me dirías?
– Mmm… no te diría que no, la culpa no es suya. Yo solita me he metido en este lio. ¿No?
Continuará…
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.