Me quiere pero no lo sabe III

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

Retomemos la sesión anterior. Tenemos en primer lugar, que Luis tiene novia y que desde hace dos meses que lo conoces se está separando de ella, y según tú es tu futuro marido, aunque él no sabe lo mucho que te quiere, y… tu estas asustada porque según tú, te quiere más de lo que le quieres tú. Y esto está haciendo que te vuelvas loca. ¿Me he dejado algo?
– No.
– Bien, en la segunda visita trabajamos las emociones, estas quedaron diluidas tras el ejercicio de PNL. A partir de aquí te pregunte sobre si el causante de que te vuelvas loca es de Luis y tu respuesta fue negativa. ¿Si hasta aquí?
– Sí.
– Perfecto, pues continuemos.
– ¿Cómo estás?
– Bien, la verdad.
– Lo dices como si no fuera lo normal.
– Es que de alguna forma no ha sido normal desde hace algún tiempo.
– Pues lo celebro.
– Estoy tranquila y le he dado muchas vueltas al ejercicio del otro día, me he acordado de cosas, pero… no sé cómo decirlo sin sentirme mal, como si no fuera conmigo. Algo muy raro.
– Bien y ¿cómo está el tema de Luis?
– He hablado con él.
– ¿Sí?
– Sí, ¿le he preguntado que pensamientos tiene sobre lo nuestro?
– … -Silencio-
– Me ha dicho que estamos muy bien como estamos, que es muy excitante vernos a escondidas que de otra manera termina siendo monótono. Que para que complicarnos la vida, que él tiene muchos problemas con su novia.
– Y a ti ¿qué te ha parecido?
– Recuerdas en la sesión anterior que te decía que tenía miedo de que me dijeras que estoy loca. O que solo soy su amante. O que me dijeras que no me quiere. O lo de que su novia está loca es una excusa. Que me dijeras que todo es una fantasía, y que en realidad no quiero estar sola.
– Sí, perfectamente.
– Pues bien, me he dado cuenta de que…
– … -Silencio-
– En primer lugar si dije todo lo que dije es porque en algún lugar de mi celebro eso estaba dando vueltas. Esa vocecilla interior que a veces no queremos oír pero que está ahí y no podemos hacer nada. Que aunque no nos guste siempre tiene razón.
– Sí.
– Pues me he dado cuenta que no quería oír en voz alta lo que ya resonaba dentro de mí.
– ¿Sí?
– Y que no tengo que demostrar nada a nadie.
– … -Silencio-
– Que yo no soy como mi madre.
– … -Silencio-
– Y que por mucho que desee estar con un hombre que me quiera no puedo permitir confundirme ni que me confundan.

Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.

By | 2017-03-02T12:09:46+00:00 agosto 7, 2013|Blog, En la consulta|0 Comments

About the Author:

Importante: Por cuestiones legales y éticas no puedo en ningún caso dar respuesta vía e-mail a personas que no sean pacientes sobre: recetas, posologías, hacer valoraciones y mucho menos dar diagnostico alguno. Para cualquier otra duda o comentario, estaré encantada de poder ayudarte.
X