¡Somos dos! Cada uno va a su ritmo III

¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?

– En la última sesión, quedo una pregunta en el aire.
– Sí.
– Dabas por hecho que cuándo una persona te hace sentir de una manera determinada, esta también esta sintiendo lo mismo ¿no?
– Sí, exacto, y ya vi que no siempre es así.
– Perfecto, la pregunta fue ¿si esa creencia podía ser el motivo de los fracasos anteriores? Y la respuesta fue “un creo que sí.”
– Sí.
– ¿A qué te referías con “un creo que sí”?
– No sé si solo se debe a eso, en gran medida creo que sí, pero no estoy segura.
– Ahora dime ¿por qué tanta prisa?
– No te entiendo.
– Prisa por presentarle a tu familia y amigos, prisa por qué te presente él a la suya.
– ¡Ah! ¿Por eso?
– Sí.
– Ese es otro motivo ¿no?
– No lo se, solo te lo pregunto.
– Prisa… -se hace un silencio, mira hacia abajo-
– Tómate tú tiempo, ¿por qué tanta prisa?
– Me da miedo.
– ¿Miedo?
– De que se canse, de que se vaya con otra.
– ¿Y si le presentas a tu familia…?
– Es cómo que ya somos pareja.
– Bien, ¿eso quiere decir qué si no le presentas a tu familia no sois pareja?
– Mmm… dicho así.
– ¿A qué te refieres?
– Al oírte me ha dado la sensación…
– ¿Si?
– Qué es una forma de atraparlo… suena horrible, pero es lo que me ha aparecido en la mente al oírte.
– ¿Horrible?
– Claro, si le presento a mi familia a un hombre a la semana de conocerlo para poder atraparlo es horrible.
– No es tan importante si es o no, sino si el resultado logrado es el deseado. ¿es así?
– ¡No! Pero aun así es horrible, ¿no lo ves?
– Perfecto, y si la respuesta hubiera sido un “sí”. ¿sería tan horrible?
– Ostras, no se que decir, si consiguiera lo que quiero, no, ya no sería tan horrible.
– Lo ves, todo depende de cómo se miren las cosas. No ganas nada quedándote anclada en si es o no horrible o en si es o no lo correcto, sino en ¿qué es lo qué quieres y por qué lo quieres?
– Es verdad.
– Bien entonces, ¿qué es lo qué quieres?
– Tener una pareja estable.
– Y ¿por qué la quieres?
– Ostras, qué pregunta, por qué… ya tengo una edad, por qué quiero una familia, por qué es lo normal.
– ¿Lo normal?
– Tú ya me entiendes.
– No, podrías explicármelo.
– Todas mis amigas tienen pareja.
– Y porque todas tus amigas tengan pareja ¿es algo normal?
– Sí.
– ¿Puede ser qué este más preocupada de ser igual qué tus amigas, qué de tener una pareja?

Continuará…

Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.