¿Qué puede hacer por ti el coaching terapéutico?
– En la sesión anterior quedamos en que te mirarías la lista.
– Sí.
– ¿Y qué tal?
– Curioso.
– ¿Curioso?
– Sí, no sabría explicarte.
– ¿Te hago una pregunta a ver si te ayuda?
– SÍ.
– Ahora ¿si miras lo que has escrito al principio el título (cual sería tu lugar), sigues pensando que ese es tu lugar?
– ¡Exacto, eso es!
– ¿Qué quieres decir?
– Pues que ya no sé si es eso lo que quiero. Estoy hecha un lio.
– A veces, y digo solo a veces, proyectamos sueños que no son reales como ser tal cosa o dedicarme a tal otra, proyectamos cosas, emociones. Por ejemplo ¿que sientes (qué emoción tienes) cuando te imaginas en ese trabajo?
– Pues felicidad, libertad, -se queda callada como si no pudiera seguir-
– No tengas vergüenza estamos solas, di aunque te parezca incorrecto.
– Sé que no está bien pero… Me encantaría darles en los morros a todas esas personas que no creen en mí. ¡Sí! Así se darían cuenta de lo que valgo.
– ¿Ahora no lo saben?
– No.
– ¿Y para ti es importante?
– Sí.
– ¿Y ese trabajo te daría eso?
– Si
– ¿Seguro?
– Mmm… ahora me haces dudar.
– Bien es justo lo que pretendía, porque esta es otra proyección, tú no sabes si teniendo ese trabajo te van a respetar más o no, o te van a valorar más o no ¿verdad?
– Si, tienes razón, ¿es eso quizás lo que buscabas en todos los trabajos que has tenido?
– ¡Ostras! – Le dejo un rato para que piense-
– Bien, sigamos. Tenemos claro este apartado, me dices que te aportaría felicidad y libertad.
– Sí.
– Bien, explícame cómo te aportaría libertad.
– Bueno, es por el sueldo, si tuviera ese trabajo ganaría el triple de lo que gano ahora y eso haría que tuviera más libertad.
– ¿Seguro?
– ¿Otra vez? Montse…
– ¿Seguro?
– Sí.
– Bien, lo digo porque cuanto más dinero tenemos más gastamos y al final todo vuelve a ser igual.
– Hombre… Si lo miras así.
– Solo para tenerlo en cuenta.
– ¿Y lo de la felicidad?
– Ahora ya dudo.
– Bien, este trabajo ¿te va a robar más tiempo?
– Sí, claro.
– ¿Y esto haría que disfrutaras menos de tu familia?
– Si -Dice sorprendida- No lo había pensado,
– ¡Perfecto! a tener en cuenta. Y tampoco creo que eso sea equiparable a tener más libertad. ¿No crees?
– Estoy de acuerdo.
– Piensa en ello y lo hablamos en la próxima sesión.
Continuará…
Dando un enfoque diferente haces las cosas difíciles más fáciles.
 
			
					 
												


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