Inteligencia Emocional. Término acuñado por Daniel Goleman EEUU. Según Goleman la inteligencia emocional es una forma de interactuar en sociedad, que tiene muy en cuenta los sentimientos y habilidades de las personas, tales como el dominio y buen uso de los impulsos, la motivación, la autoconciencia, la empatía… La autodisciplina, la compasión o el altruismo también forman parte de los rasgos del carácter.
La ausencia de la inteligencia emocional crea diferentes y variados trastornos entre ellos de salud, conflictos en los estudios, en las relaciones tanto personales como laborales…y en muchos otros aspectos de la vida social. La IE refuerza la autoestima y te conduce a tu interior para revisar y conectar con tu personalidad, ayuda a la autocomprensión y toma de conciencia de una realidad que estaba oculta o que no estaba tan presente.
Por otro lado, el coach ayuda a la persona a saber de la existencia de su inteligencia emocional y a que la persona pueda conectar con ella, para que esta se active. Así, la persona puede lograr una mejor forma de solucionar los problemas diarios, ampliar su campo de miras, aprender a focalizar y a dar el valor a las cosas en su justa medida.
Hoy en día, se utiliza el concepto de Inteligencia Emocional (IE) en una gran variedad de corrientes y materias cómo la psicología, la PNL, el coaching, la biodescodificación… que se nutren de sus bases.
El propósito del coach es lograr que la persona encuentre y utilice sus “herramientas” para poder conseguir afrontar y conseguir sus objetivos. Como se puede apreciar, no está nada reñido con la Inteligencia Emocional, es más, se podría incluso llegar a confundir, es por eso que ambas forman un gran equipo.
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